jueves, 14 de diciembre de 2017

Desafío de los 30 días, día 14



14.- Si tienes alguno, ¿cual es tu autor de rol preferido y por qué?

Pues realmente no tengo un autor de rol favorito, al que compre sólo por su nombre. Por gustarme, me gusta hasta John Wick cuando está de buenas y no dice muchas pamplinas. Curiosamente, encuentro muy entretenidos los dos libros que sacó sobre teoría de dirección de juego, los Play Dirty, de los que realmente puedo decir que he aprendido cosas, pero no me gusta ninguno de los juegos que ha escrito, porque me parece que tanto Séptimo Mar como la Leyenda de los Cinco Anillos poseen ambientaciones que son puro pastiches rebajados con salfumán.  Y encima el sistemas de reservas de dados tampoco me hace demasiada gracia. Es decir, me parece más interesante como teórico del rol que como escritor de juegos.

Otro que me divierte y al que le dediqué una entrada que hablaba de la relación entre Elder Scrolls: Morrowind, y Runequest, es Ken Rolston. En aquella ocasión no hice demasiado énfasis en el hecho de que también participara en otro de mis juegos de rol favoritos como es el viejo Star Wars de West End, que utilizaba como base los D6, o el espectacular The Long Dark para PC, un juego de exploración y supervivencia ambientado en el norte de Canadá, tan original como poco conocido.

Otro autor, de estos que me resulta asombrosamente polifacético y que ha escrito el que considero tal vez, el mejor juego de rol desde el punto de vista de su presentación, es Mike Pondsmith. Y no sólo me gusta por Castillo Falkenstein, sino porque su originalidad se extiende a Mekton Zeta, Cyberpunk e incluso algún libros relacionado con Dragon Ball. Es uno de esos hombres del renacimiento que hacen de todo, y todo lo hacen bien.


El único caso en el que miro los nombres de los autores y compro en atención a quién escribe, es cuando compro librojuegos. 


Pero me reservo lo mejor para el final. No podría terminar esta pequeña entrada sin mencionar a Gary Gygax.

En honor a la verdad he de decir que Gygax nunca me ha llamado la atención. De hecho, he intentado leer cosas suyas varias veces, pero era un autor que me resultaba farragoso y excepcionalmente aburrido. No fue hasta que comencé a leer las entradas de Palabra de Gygax de Más allá de la Última Frontera cuando realmente he redescubierto a Gygax y he comenzado a interesarme por él. Bueno, miento. El primero que me trasmitió su entusiasmo sobre la persona de Gary fue Aventuras Marca del Este con sus reseñas fotográficas. Pero es curioso que haya sido una colección de anécdotas sobre sus partidas en lugar de libros como AD&D los que más me hayan hecho adquirir interés en su persona además de en su obra. Pienso que un hombre del que merece la pena investigar un poco y empaparse de todo lo que le rodea, porque aprendes cosas con independencia de que te guste D&D y la vieja escuela.

Y esto ha sido todo por hoy. Si te ha gustado y quieres ojear el resto de entradas de los demás participantes, puedes pasarte por aquí y disfrutar de un buen rato.

Mañana mismo, ¡más cosas!


2 comentarios:

  1. Muy seguido había escuchado sobre Castillo de Falkenstein, pero hasta que leo esta entrada en realidad me están dando ganas de buscar el libro y apreciar el diseño.

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    1. Es muy interesante y en su día lo era aún más. Hoy es relativamente frecuente encontrar juegos dónde la ambientación se presenta antes que las reglas, pero en el 95 las cosas eran de otra manera.

      Lo que no es tan frecuente es que la ambientación te la vaya narrando un tal Thomas Olam, un programador de videojuegos que ha viajado hasta ese universo paralelo y cuyo diario forma parte del libro.

      Es un manual inusual a muchos niveles, se juega con dos barajas de póquer y ni siquiera existe una hoja de personaje. Merece la pena tenerlo aunque sea tan sólo por coleccionismo.

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