domingo, 16 de noviembre de 2014

El Desafío de los 30 Días, ¡Día 17!



¿Cómo te preparas para cada sesión? ¿Tienes trucos? ¿Manías?

No hay ningún secreto. El único truco consiste en leer concienzudamente lo que vas a dirigir y aprenderte bien qué cabe esperar de cada localización. Mientras leo lo que voy a dirigir, tengo una libretita al lado dónde tomo notas, y una vez terminado, la observo, hago modificaciones sobre lo que no me gusta o establezco nuevas posibilidades para la partida. Es imposible que todo salga como uno espera, así que intento que lo que diseño sea modular y admita varias posibilidades a la hora de ser jugado, interpretado o reconducido...Aún así, es muy probable que tenga que improvisar. Los japoneses tienen un dicho, "si recurrimos a la improvisación, es porque ha fallado la planificación" y algo de verdad hay en eso. No puedes preveer todo lo que va a ocurrir, pero sí considero deber del Master establecer, cuanto menos, unas líneas generales sobre que es lo que se espera de la partida.

Si, más o menos algo así...


Si después de todo esto me queda tiempo, me gusta elaborar ayudas de juego y otros detalles para mis colegas. Una manía que comenté el año pasado y que vuelvo a exponer por aquí, es que me gusta revisar las hojas de personaje de manera detallada, para comprobar si hay errores. Luego paso todas las fichas a mi propia letra: Si no entiendo lo que pone en tu hoja de personaje, tu fallo siempre revierte en mi propio beneficio; así que a mis jugadores no les importa que escriba sus cosas con mi propia letra, que además es muy clara, y me facilita las cosas.

Letra de médico, descuidada y encima escrito con boli...Macho, conmigo la llevarías crudísimo. Eso si, me encanta la descripción: "Disecado y simpático".


Soy muy neurótico con la pulcritud de las hojas de personaje y el cuidado de mis libros: Fichas rotas, sucias, garreadas o detalles ilegibles son fallos que penalizan al jugador. Si no entiendo eso que pones, a lo mejor resulta que no llevas esa pieza de equipo que dices que tienes. No exijo más de lo que yo mismo hago, a fín de cuentas, lo importante es que todo sea divertido.

¡Ah! se me olvidaba una cosa por comentar. La música. Odio la música en las partidas porque supone una distracción y dispersa la mente de lo que realmente importa. El sonido ambiental, en cambio, es muy interesante. Voy a contaros un truquillo que funciona en ese apartado. Mirad, la capacidad de atención de una persona varía entre 10-18 minutos y luego el interés cae en favor de otros estímulos que no permiten su máxima capacidad. No lo digo yo, está estudiado. Por pura lógica, piensa que puedes usar el sonido ambiental para enfatizar lo que estás narrando o a modo de inflexión en la historia. Por supuesto, también es importante evitar tener una voz monótona al elevar y bajar el tono de voz para destacar alguna cuestión, ¡por eso digo que leer no te va a ayudar!, (entre otras razones).



Ojalá ésto fuera una guía de verdad que nos enseñara a dirigir y no un simple truco comercial para fragmentar las reglas de un mismo sistema y vendérnoslas por separado. En serio, sería mucho más útil.

Tampoco es necesario que utilices sonidos ambientales todo el rato, es simplemente una herramienta más que puedes utilizar a tu favor. Este es el tipo de chorraditas que nadie te enseña en el manual del Dungeon Master y que luego se agradecen en la práctica...O eso espero -suspiro-. Al menos a mí, si me han servido de mucho.

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